¿Qué significa "luxación de cadera"?
"La causa más común de luxación de cadera es un trauma, como una caída o un atropello."
La cadera es una articulación sencilla compuesta por una "bola" y un "cuenco", que puede realizar una gran cantidad de movimientos en todas las direcciones y su función es permitir un adecuado movimiento de las extremidades posteriores. La articulación se compone del acetábulo, que es una parte de la cadera, en forma de taza (que formará el "cuenco") y la cabeza del húmero que es una parte del fémur. La cabeza femoral forma la "bola" y la "bola y el cuenco" son la articulación.
La estabilidad de la articulación de la cabeza la proporciona la cápsula articular, un pequeño ligamento que conecta el acetábulo con la cabeza del fémur y los músculos que rodean la articulación. Cuando la cadera se disloca, la cabeza del fémur se sale del acetábulo situándose por encima y por delante de la cabeza. La causa más común de luxación de cadera es un trauma, como una caída o un atropello. Cada vez hay más gatos de raza pura y cada vez se diagnostica con más frecuencia en estos pacientes la displasia de cadera (conformación anormal de la articulación), muy común en perros.
¿Cuáles son los signos clínicos de una luxación de cadera?
Si la causa ha sido traumática, el gato puede presentar además otro tipo de lesiones más graves. Es común que los gatos que se presentan en casa después de haber pasado varios días desaparecidos, tengan una luxación de cadera, y ese haya sido el motivo por el cual tardaron en volver. La mayoría de gatos con luxación de cadera presentan una cojera importante de la extremidad afectada y muchas veces son incapaces de apoyar peso en esa extremidad. Con frecuencia, el gato llevará esa extremidad flexionada (doblada o estirada hacia arriba) con la rodilla rotada hacia dentro del cuerpo del gato. En algunos casos, la rodilla está tan rotada hacia dentro que choca con la otra extremidad.
¿Cómo se diagnostica una luxación de cadera?
"Las radiografías mostrarán la dirección de la luxación y si existe
alguna fractura en alguna parte de la articulación."
Cuando su veterinario manipule la articulación de la cadera el gato mostrará signos de dolor. Además, su veterinario puede notar una crepitación cuando mueva el fémur. Si se compara la longitud de ambas extremidades es posible que la extremidad afectada parezca más corta que la otra. Para confirmar el diagnóstico es necesario hacer radiografías de la cadera. Las radiografías mostrarán la dirección de la luxación y si existe alguna fractura en alguna parte de la articulación. Si su gato presenta además otro tipo de lesiones más graves, deberemos tratarlas antes de considerar la reparación de la luxación de la cadera.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la luxación de cadera?
"El éxito de una reducción cerrada aumenta si la luxación ha sido reciente."
En la mayoría de casos de luxación de cadera, lo ideal es recolocar la cabeza del fémur en el acetábulo. Los únicos casos en los que puede ser razonable no hacerlo es si su gato presenta además otras lesiones más graves o el riesgo de una anestesia es demasiado elevado. Si dejamos que la cadera quede descolocada, finalmente se formará una "falsa articulación", pero puede que el gato desarrolle una cojera permanente.
En algunos casos, es posible recolocar la cabeza del fémur en el acetábulo bajo anestesia general pero sin cirugía (reducción cerrada). El éxito de una reducción cerrada aumenta si la luxación ha sido reciente (por ejemplo, si la lesión se ha producido hace menos de 72 horas). Tras la recolocación de la articulación, deberá aplicarse un vendaje de soporte para inmovilizar la extremidad y prevenir que la cadera se vuelva a luxar otra vez. Este vendaje podrá retirarse entre los 4 y 14 días. Hay algunos gatos que no toleran bien el vendaje. El gato deberá estar supervisado y deberemos reducir su actividad física para asegurar que el vendaje no se mueva y cause más daño sobre la extremidad del gato o que el gato no se estrese excesivamente por llevar el vendaje.
En algunos casos de luxación cadera, será imposible recolocar la cabeza del fémur con la técnica cerrada o tras recolocarla se vuelve a salir. En estos casos, será necesario realizar una cirugía. La técnica quirúrgica empleada dependerá del cirujano.
¿Qué cuidados post-operatorios va a necesitar mi gato?
"...su gato deberá mantener reposo estricto dentro de una caja o habitación muy pequeña,"
Si ha sido posible resituar la cabeza del fémur sin cirugía, su gato seguramente necesitará tratamiento con analgésicos orales para controlar el dolor. Además su gato deberá mantener reposo estricto dentro de una caja o habitación muy pequeña, durante tres o cuatro semanas. Durante este tiempo, su gato llevará un vendaje sobre la extremidad afectada, que deberá inspeccionarse diariamente para detectar cualquier problema. Su veterinario le dará más instrucciones sobre cuidados y control del vendaje.
En los casos en los que su gato, haya necesitado cirugía, deberá tomar antibióticos y analgésicos. Su gato necesitará reposo durante un tiempo. Su veterinario le indicará durante cuanto tiempo. Normalmente suele ser unas tres o cuatro semanas. A este punto, puede que su gato necesita una ligera sedación o incluso una segunda cirugía para retirar los implantes que se hayan usado.
¿Cuál es el pronóstico a largo plazo?
Si la cabeza del fémur se ha recolocado bien y los cuidados postoperatorios se han realizado adecuadamente, es bastante improbable que la cadera vuelva a luxarse. En algunos casos, la articulación de la cadera vuelve a funcionar normalmente y no se requiere más tratamiento. Sin embargo, algunos gatos desarrollan artritis o rigidez de la cadera meses o años después de que la luxación se haya producido. Los gatos en los que no haya sido posible recolocar la cadera, pueden tener cojeras permanentes o presentar una movilidad reducida de la extremidad. En algunos casos van a necesitar tratamiento para la osteoartritis de forma crónica.